La mañana de este lunes 2 de junio, el centro de Lima fue escenario de una movilización encabezada por figuras del teatro, cine y televisión. Bajo consignas como “Sin cultura no hay país” y “El arte también es trabajo”, actores y actrices peruanos alzaron la voz contra las modificaciones planteadas a la actual Ley del Artista.

 

Con carteles en mano, se congregaron en los exteriores del Congreso para exigir el respeto a sus derechos laborales y condiciones dignas de contratación. Entre los manifestantes destacaron rostros conocidos de la escena nacional como Mónica Sánchez, Tatiana Astengo, Sergio Galliani, Pietro Sibille y Gisela Ponce de León

 

El punto de encuentro fue el frontis del Congreso de la República, donde cerca de un centenar de actores, músicos, bailarines y técnicos escénicos llegaron desde tempranas horas. La jornada fue convocada por diversas asociaciones culturales y sindicatos del sector artístico. Con gestos firmes y arengas constantes, los artistas denunciaron que la modificación de la Ley N.° 28131amenaza con despojarlos de las pocas garantías laborales que lograron tras años de lucha.

“No somos hobby, somos profesionales”, se leía en uno de los carteles sostenidos por Mónica Sánchez, quien hizo un llamado a las autoridades para frenar la reforma. Tatiana Astengo, otra de las voces visibles de la protesta,recordó que la actual ley no fue un regalo, sino el resultado de una larga negociación con el Estado. “Ahora quieren quitarnos derechos sin siquiera consultarnos”, expresó.

La reforma impulsada desde el Congreso propone modificar puntos clave de la actualLey del Artista. Entre ellos, la eliminación de la figura del empleador responsable de brindar cobertura en salud, jubilación y seguridad social al artista.

También se suprimiría la necesidad de un contrato formal para los artistas escénicos, facilitando la contratación por palabra o de forma temporal, sin obligaciones legales. Para el gremio, esto representa un retroceso que empujaría nuevamente a la informalidad a un sector ya vulnerable.

El dictamen ha sido aprobado en comisiones sin diálogo con los gremios, lo que ha sido calificado como una falta de respeto por los colectivos artísticos. Representantes del sector teatral aseguraron que las propuestas “no entienden la naturaleza intermitente del trabajo artístico y precarizan aún más la profesión”.